miércoles, 29 de abril de 2015

Estúpido Dick Tracy

Hubo un momento  raro de mi vida donde las cosas eran más fácil que la adolescencia, era un momento raro porque pensaba que todo lo que podía hacer era decir que si a todo, siempre y cuando fuera consecuente con mis principios…bueno pensándolo bien esto no llega a ser muy distinto  ahora, creo que lo mejor es que ahora además de aprender a decir que si , aprendí a decir que no dije que si  a  ese beso  de tu espalda media encorvada y perdida en  las ojeras de tus ojos
 Ahora siento un ridículo peso en mi pecho  como si algo  estuviera cargando o lo que es  peor aún  como si algo se estuviera yendo de mi
 Como tomando el tren de las  siete y treinta, como  película de los 40’s cuando Dick Tracy era el mejor galán  de la galaxia que se rendía a tus pies con un pañuelo, que fácil y tontos éramos, eres mi Dick Tracy ese que se va  misteriosamente con un abrigo  el gorro y el último beso en la estación,  la fumarola del tren suena por primera vez avisando  que aquellos de primera clases ya están autorizados a subirse … la despedida patética con lágrimas y esperando de que de verdad ellos se vuelvan a encontrar   me hace mirar la escena con  objetividad. ¡Qué estupidez es esta! ellos jamás volverán a verse…  y así como esa despedida era; tu pedazo de bobo, tonto y torpe bobo.  ¿Qué esperas? ¿que tu copa de  gin con gin sea mejor que yo? estúpido y torpe bobo, apegado a la copa como si la amaras más que yo. No perdón, tu a mí no me ama;  yo no era más una parte para saciar tu estúpida sed del estúpido ser que eres. Pequeño mortal que juega a ser Mumra o algo parecido,  yo no tengo la figura de un vaso tengo la figura de un reloj de tiempo,  un poco perdido entre esos estúpidos ojos  hundidos, estúpido ser, que piensas que con tus pasos agigantados puedes avanzar más rápido  cuando solo estas estancado.
 Pequeño mortal jugando con su vaso, jugando conmigo, cuando sabes que soy la enamorada despidiéndose arriba del tren, con la fumarola que llega más arriba que  alguna  nube de algún montón de estrellas, las que mirabas en  el cielo estupefacto pequeño estúpido,  y  yo pequeña estúpida, pequeña mortal que sabe que es inmortal …  pequeña enamorada de los terminales, de las estaciones, del tren y de los años de antaño, de esos del gran cine, de esos de Dick Tracy…
dame un beso que me dure hasta el lunes o  hasta que pueda bajarme de este estúpido  tren donde el estúpido me besó  y su beso no me duró ni  hasta la séptima estación …
 Llévame  tomada de la mano  por favor que  ya no quiero caminar sola, y  por estúpida te pido tu mano cuando se bien que la tiene ocupada con tu vaso de birra, la que siempre gana y yo soy universidad católica  ofreciéndote mis bragas. Es una pela que no puedo ganar, eres el fantasma de Dick Tracy y yo soy solo la que alguna vez creíste princesa,  y después te fuiste con la que querías hacer Catedral,  y ahora me pregunto ¿por qué la dejaste?  Por la birra quizás, ella sabía que no podía ganar …
pero bueno me buscaste entre la gente para fumar el ultimo cigarrillo de en la estación, te entregué el pañuelo para que después me dejaras en paz, arriba de este estúpido tren, añorando esos estúpidos ojos hundidos, que está por sobre de esas estúpidas ojeras que  aún me hacen sentir las manos y tu respiración en mi espalda de antaño … Anda y sube de una vez al tren estúpido y hermoso inmortal y rescátame de la  imposible historia que alguna vez le gane  al estúpido  vaso que tienen entre las manos …


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