lunes, 26 de enero de 2015

El escape

Habia puesto el reloj temprano para poder admirar el alba una vez más,
pero esta vez, no era par luchar contra esa serpiente azul que  contagia todos de odio y desdén,
hoy era diferente.
Tenia el bolso hehco de la noche anterior que fue mas corta
 ( o larga, depende del punto en que la emocion ebulle)
 la infantil idea de escapar a urtadillas le parecía emocionante,
tomó  la serpiente por ultima vez para poder perderse  en  los rieles hacia el sur,  ya no importaba ni la corbata ni las promesas, solo estaba el esperando saltar por la ventana, y sentir el frio aire recorrer por sus sienes.

 Correr

Correr

correr

mira lo rápido que corren mis zapatillas nuevas !



- de que arrancas viajero ?
- de la adultez shh pero no se lo digas a nadie

 saca la lengua por la ventaba para  asegurarse que saborea el verde indicado del paisaje ... parece paisaje de puzzle, de esos que  todos tienen en casa y ya nadie se da el tiempo de armarlos, como si  no  tuvieran el tiempo para armar paisajes verdes


al bajar del avión - o era una nave espacial ? -  por fin respira el aire que añoraba , ese aire que algo le susurra, un nombre y ese nombre el que le produce un calorcito detrás de la cabeza.

Ella, la Rosa, la princesa, y ese olor a algodon de azucar que lo rescataba a veces a esa juventud ventiañera, diez años no han pasado en vano dice tocandose las arrugas que se hicieron al rededor de los ojos cuando se notó sonriendo a escondidas  y en silencio.
 Ella lo estaría esperando para poder compartir un dia por esos diez años, la moneda a cambio eras las letras que esperaba expulsar para poder cerrar el pasado  y seguir avanzando, como siempre

Valdivia tenia un olor a pasado, el calle calle, bañaba de neblina el ambiente y él se sentia en casa; no como all -, estar sin corbata siempre es mejor lugar-   y sacandose los audifonos respiro hondo como si algun olor particular lo  llevara a un camino directo.

Camina a grandes zancadas, las mismas que daba en invierno cuando la helada se mete a escondidas  en su hermoso cuello ...

( quisiera ser heleda, no fria, fria jamas seré (fui) para ti, soy ese pedacito de tibieza justa que se necesitaba ara derritir tu corazon, que era de piedra, aunque  parecía más cristal que cualquier otra cosa oscura.)

Llega esperando que ella habra la puerta de la cabaña,  y sentir la tibieza dulce de cuando los dias son frios, el no se da cuanta cuanto extrañaba la tibieza,

 en tu cabeza existe un abrazo donde las cabezas se esconden

las cosas  ya no fueron.

la puerta se abre y rechinido  le hace despertar  de ese soñoliento abrazo, la madera huele a humedo  y  la chimenea llama a ser prendida. un par de cervezas en la mochila llaman a cerrar el dia, el sigue imaginando  un " como si" ... y se enoja con él mismo, con la historia, la circunstancias, la distancia y los kilometros... con el terminal de buses, con la niñez, la juventud, la inmadurez, hasta que llega y  enfrenta su enojo con el orgullo, lo maldice en silencio para volver a amarlo, como siempre como todos los dias, es mejor asi -se dice- es costumbre  y es mejor asi. El aroma a luna lo llama a prender el segundo cigarrillo,
- quizas el humo me haga dejar de pensar como adulto, cuando  quiero pensar como niño

no
no puedo , no somos niños



TOC TOC
Aparece ella
Le toma la cara y le sonrie diciendo...
- Toma, aqui esta la espalda que me dejaste ese dia en el terminal,  no te preocupes que siempre te reconozco ...