domingo, 24 de noviembre de 2013

La hoja del cuaderno septiembre 2013

La comodidad de la inocencia es un mal necesario, ir descansando  y no hacerte responsable de lo que ocurre, bien que lo permitiste que algo así ocurriera, culpemos a un otro por nuestro sufrimiento, sufrimos por un otro, pero jamás te detienes a pensar que estuvo en nuestras manos detenerlo, y a pesar de todo esto  nos quedamos ahí, de pie,  frente a la situación  repitiendo en nuestra cabeza " esto no está ocurriendo".

Quizás digo (dice) algo y sus actos ( los míos)  dicen otra cosa. La consecuencia de ser consecuente genera consecuencias, pues no lo olvides,  hay que ser honesto, contigo , con el, con ella y con el resto ¿Puede qué ahí esté la madre del cordero no ?  por lo tanto cómo satisfacemos nuestras necesidades,  hemos sido dañados por default a causa de la vida y si bien no existe un miedo  que  te vuelva ocurrir sólo porque  después de los 20 años se aprendió   que de amor ya no se muere; y  el niño que enloqueció de amor era sólo un histérico que no fue capaz de  ser consecuencia. A esto súmele que existe una variedad  enorme con la  capacidad de volver a tropezar con piedras similares, todas bonitas y brillantes, y cual de todas más pesadas. Tendencia  a la repetición me dijo un profe por ahí, habrá que creerle no ? ... Pero bueno  por eso   el temor, la inocencia y la inconsecuencia  hace  que nos volvamos idiotas  una  bandana en los ojos, y  guantes en las mano, impidiendo ver la realidad con claridad, por lo tanto  somos la consecuencia de la inocencia que nos vuelve estúpidos.

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